Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

¿Reemplazar o no reemplazar losas? Esa es la cuestión.

En múltiples ocasiones me consultan sobre si losas de hormigón de un pavimento que presentan fisuras o grietas deben ser reemplazadas o no; sin embargo, en esa pregunta se omite quizás lo más importante, lo cual es entender tanto la causa y origen de la fisura y por ende lo que implicará a futuro su desarrollo.

Lo cierto es que al no entender las potenciales causas que dan origen a fisuras y grietas pasa por el desconocimiento de la forma en que se comporta el hormigón como material, lo cual conlleva a encender muchas veces innecesariamente las alarmas y exigir drásticos correctivos (como la demolición de una o varias losas de un pavimento) que no son necesarios dada la existencia de tratamientos paliativos y correctivos.

En el caso de los pavimentos de hormigón a diferencia de lo que les ocurre a los pavimentos flexibles (asfalto) en donde la aparición de algún tipo de grieta marca el inicio de un proceso en donde progresivamente se avanza al agravamiento de la situación lo cual obliga a tomar acciones correctivas ineludibles si se quiere mantener o simplemente no perder la estructura, la existencia o aparición de una fisura o grieta, incluso en edades tempranas, no implica necesariamente un daño grave. En el caso de los pavimentos de hormigón la aparición de cierto tipo de fisuras y/o grietas pueden significar que ellas se deban a múltiples razones y no necesariamente implican una falla estructural del pavimento. De hecho, en algunos casos la aparición de ciertos patrones de grietas anuncia o indican que el pavimento pudo tener deficiencias en el cuidado del proceso constructivo y aun así podrá trabajar normalmente y sin problemas durante todo su ciclo de vida.

Si bien no parecería deseable tener fisuras en un pavimento, especialmente si se trata de un pavimento nuevo, no se puede decir que toda grieta representa necesariamente una falla que conlleve reemplazar las unidades de losas que presenten fisuras y grietas. Lo más seguro es que si son fisuras de aparición temprana estas se deban a problemas de retracción provocados a deficiencias en el cuidado del hormigón a edades tempranas o excesivos contenidos de cemento en la mezcla. Ante la aparición de algunos patrones de fisuras y grietas se debe optar, o bien a convivir con su existencia esperando a que evolucionen aplicando eventualmente algún tipo de sello o tratamiento que controle su progresión y sus efectos colaterales en el tiempo, o si su tipología y severidad lo amerita se analice el caso y se busquen medidas que contribuyan a corregir el problema, siendo definitivamente la última instancia la demolición de la losa.

Si quieres conocer más Acerca de la Aplicación de Sellos en Grietas y Reemplazo de Losas en el Mantenimiento y Conservación de Pavimentos de Hormigón puedes visitar el siguiente enlace.